

omado de Alain Ehrenberg; "La fatiga de ser uno mismo. Depresión y sociedad"; Buenos Aires: Nueva Visión; 2000; pp.273-274.
La depresión recuerda muy concretamente que ser propietario de sí mismo no significa que todo es posible –eso que asciende y eso que desciende en nosotros, eso que se contracta y eso que se descontracta. Porque nos detiene, la depresión tiene el interés de recordarnos que
nada deja de ser humano,
que se sigue encadenado a un sistema de
significaciones que lo supera y lo constituye
al mismo tiempo.